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Mostrando entradas de agosto, 2014

Sucede que

Un día maté un pollo. Pero no se me mal entienda, él estaba ahí muy solo en su caja de cartón. Pensé que, como yo, tenía frío y quería cobijo. Con un trapito lo envolví y le di las buenas noches. A la mañana siguiente mi hermano fue a ver a su pollo, sí, era de él, no mío. Lo descubrió muerto. No sé si para mi hermano representaba la primer muerte significativa. Yo no lo podía creer y fui a verlo y dije que hasta lo había tapado. Mi hermano sentenció: lo mataste.  Una que otra vez le da al suceso por salir y a mi hermano por decirme: mataste a mi pollo. Supongo que mis intensiones le han venido guangas todo este tiempo. Los hechos están ahí a la vista e irrefutables. Un pollo vivió pocos días porque no quería que sintiera frío como yo.  Supongo que he lastimado a más de uno por desearle un bien. Supongo que esto clasifica dentro del egoísmo, pues es creer que tus necesidades son las de los otros. Qué forma más triste de sentirme sola. 

La Petite France

Un rico desayuno en Estocolmo por menos de 100 coronas suecas puede disfrutarse en La Petite France. Pero eso es lo que menos importa en este post. ¿Qué importa? La experiencia, en mi caso de tropezar dos veces con la misma piedra de mi autoexigencia. En este pequeño local, los empleados hablan sueco, inglés y francés. Yo entiendo el inglés, cacho algunas palabras en sueco y supuestamente ya tengo un nivel intermedio de francés. Y ahí voy, a pedir de desayunar: el menú en sueco-francés: frukost paket, kanel buller, fromage, lyonnaise... Pido en inglés un menú en sueco, me contestan en francés, me cobran en inglés y me preguntan si quiero el ticket en sueco. Y yo, como si me estuvieran haciendo un examen profesional, me quedo toda espantada y frustrada porque no acierto mas que a pronunciar algo ininteligible y gutural que ni siquiera yo entiendo. Me gusta eso de ahogarme en un vaso de agua y todo se lo debo a mi formación de "ser siempre la mejor" y cuando lo que sé n

Nostalgia de México

¡Cómo extraño el país en el que crecí! Éste, en el que vivo, ya no es más ese que extraño. No extraño sus modas, sus usos,... Vaya que no es una nostalgia de pasado. Ésta es una nostalgia de posibilidades de vida.  Se puede cambiar el estilo de los pantalones, el uso o desuso del sombrero, los modelos de autos, pero, ¿por qué abandonar la tranquilidad de salir a pasear, de ir a un parque a caminar por la tarde? ¿Por qué perder la tranquilidad de que un niño vaya solo de la casa a la escuela primaria? ¿Por qué andar todo el día a la defensiva? ¿Por qué  hasta los que piden limosna te timan? Ya no sabes a quién asaltaron y quien sólo te lo dice para que le sea dinero, ya no sabes quién está enfermo y quien sólo usa el truco de la receta. Ya no hay seriedad, ya no hay respeto. Este es un México en el que no se puede ver por los otros porque se está muy ocupado protegiéndose a uno mismo. Este es un México donde la mentira es lo común, donde los amigos sólo son amigos para el

El perdón, una forma de exorcismo

El resentimiento te consume dentro, poco a poco va acabando con tus defensas, con tu placer por la vida, con la naturalidad de tu sonrisa. Los días, todos, son grises a tus ojos... o negros. El resentimiento es como un monstruo que habita dentro de ti y se cuelga de tus tripas, te aprieta el corazón y te arquea la espalda. La expulsión definiva de ese monstruo es imperante. Pero él no se irá con razones o con pastillas. Un exorcismo debe ser efectuado: el perdón. El perdón es la paz interior, la liberación del tormento autoinflingido, el desprendimiento del ancla con lo que ya pasó. El perdón es el aire fresco en tus pulmones, la posibilidad de otros caminos, la reinstauración de tu ser en ti mismo, la incorporación, el levantamiento. El exorcismo implica enfrentar al monstruo, verle la cara, nombrarle y sobreponerse a él dejándole ir sin argumentar. El perdón no es la liberación del otro, no es el acto magnánimo de quien absuelve. El perdón no es un mostrarse superior o mejo

La vida es un chiste... irónico

Viéndola bien, ya desde hace un rato se me figura la vida un chiste irónico, de esos que te provocan la risa con una mueca amarga o con la mano en la frente y un "¡ay!". No digo que no tenga sus momentos de chiste soso, chiste mal contado o chiste sobreelavorado. Pasa. Pero en general, así, redondeando, es un chiste irónico.  Inicia la vida y pinta para algo pero a medio camino la cosa se descompone y jala para otro lado y si te va gustando el giro, no falta el intríngulis que te saque la mueca diagonal que va de un chido a un chale.  Eso de que nada es eterno y todo pasa, aplica para los momentos top y los momentos down, así como los flat. No es que se alternen y pinten curvas perfectamente analizables, nooooo, pintan una madeja de ires y venires con cabos sueltos.  La trama nunca es la misma. Todo el chiste radica en lanzar un montón de líneas que se entrecruzan pero que no necesariamente dan pautas para lo que viene.  Cada vida tiene un actor principa

Así no'más como quien dice

Estoy en la cafetería de una escuela y eso trae consigo el "beneficio" de una tv. Apenas se oye lo que dicen pero claro es que se trata de los horóscopos del día. Primero pienso que qué padre tener una chamba de esas en las que te pagan por pendejada. Luego dudo mi afirmación. Si tuviera una de esas chambas, tanto vacío de sentido me tendría al borde del suicidio. 

Herdade de Catapereiro

Estamos hablando de un vino portugués. Las uvas con que se hizo este vino no las había probado antes, ni tampoco un vino portugués.  Las imágenes que me produjo fueron de oscuridad, como si cada trago trajera consigo una fracción de una cueva profunda.  Potente, no deja que otros sabores fuertes como el queso o el jamón curados le hagan a un lado. Me parece indispensable tomarlo a 14 grados y hacerse de un pan blanco para limpiar la boca de vez en vez para recuperar la primer experiencia.   Me hace creer que Portugal es robusto como él, que está bien cerrado de influencias externas, que abraza, que protege. Pero seguramente es sólo mi anhelo. 

Ranas

Casi en el centro de la foto de este post, aparece una ranita que mide en la realidad unos cinco centímetros. Ha sido un encuentro cercano humano-anfibio. La cosa fue así: A treinta grados centígrados, a unos pasos de un lago con juncos y patos, no  podía pasar por alto tenderme en el prado a tomar el sol mientras observaba a los patitos hacer bucitos. Encontré el lugar perfecto, una lomita delante de unas rocas que al parecer llevan toda la vida ahí (la vida de todos los terrícolas), un árbol en medio haciendo la sombra ideal (esa que deja pasar el sol al ritmo del viento), privacidad, lago al frente, cielo despejado arriba. Tendí la manta y me dispuse a pensar. El viento de pronto movía las hojitas ya ocres de tanto tiempo que llevaban caídas del árbol, pero una hojita parecía moverse a voluntad. ¡Qué raro! Me incorporé, me quité los lentes de sol y miré atenta. La hoja brincó. Más de cerca, necesitaba estar más de cerca. treinta centímetros entre mis ojos y ella. Empecé a

Crea fama y échate a dormir

Uno dice una frase alguna vez en la vida, porque en esa vez de la vida uno piensa que esa frase es verdad o apunta a la verdad. Así ve uno las cosas, así uno avienta una frase hecha. Y quizá en ese momento quien escucha no está de acuerdo y tan no está de acuerdo que se graba la famosa frase y la asocia con uno hasta el fin de los tiempos. Amén. Puede ser que alguna vez en la vida haya creído fervientemente en algo, pero eso fue en esa vez de la vida. Ya no pienso así, es imposible que uno siga pensando exactamente lo mismo y de la misma forma. Pero a uno se le cataloga, se le asocia: tú decías tal o cual y sigo estando en desacuerdo. ¿Qué? A mí ya hasta se me había olvidado que dije algo así y todavía se me presenta la oportunidad de seguir comentando el tema años después. Es como sí te bautizaran y años más tarde, sin que tu quieras, te confirmaran. Hace años no sabía lo que sé ahora, ¿por qué me siguen recordando lo que dije? "Tú eres así", "Tú piensas así&q

Sopita con limón

Hay un lugar que se llama Wagamama que sirve un Chili Ramen que el cuerpo recibe como si recibiera a los mismísimos dioses. Cucharada a cucharada, vegetales, noodles y carne van restaurándome. Sopita, sopita que cura mi cuerpo, que calma mi alma. Su lema dice: "positive eating, positive living". Efectivamente, así fue mi experiencia en Wagamama. 

Después de 10K

Me gusta correr por varias razones: sólo necesitas unos tenis, puedes hacerlo en casi cualquier lugar, te permite estar contigo (conectar con tu cuerpo), puedes hacerlo sin compañía, ayuda a mantenerte en balance, piensas, te da satisfacción. Creo que no había pensado antes en lo que sucede después de correr salvo ese sentir de satisfacción. En mi caso, el hambre cesa por casi dos horas, disminuye mi ansiedad, regula mi ritmo cardíaco, me prepara para lo que sigue (lo que queda del día, un viaje, el flujo de la escritura, una reunión...).  También me hace sentir las piernas, los pies, el cuello. Necesito sentarme y calmarme, puedo sentarme sin sentir que no estoy haciendo nada. Me sorprendo de toda la distancia que he podido recorrer.  Los dedos de los pies sufren un poco más. Cada parte de mi cuerpo que se lastima al correr, me permite mejorar la postura conscientemente, reconsidero la ropa y los tenis que uso. Después de correr más allá de los 10K paran finalmente todas esas

Transformación en curso

No hay nadie que pueda explicarte el contenido de lo que has vivido y mucho menos su significado. Estás solo. Hay distintas formas que pueden encajar "soledad". El estar solo respecto al sentido de la vida es una soledad que debe ser tomada desde la veneración porque es la única vía posible para conocerse. Hemos estado en tantas ocasiones y por mucho tiempo confundidos todos juntos, hemos aprendido que siempre hay alguien que se viste de autoridad y nos indica el camino, que ahora esperamos que aparezca alguien a decirnos qué hacer cada vez que nos sentimos perdidos. Charlar con amigos o familiares puede darle aire a nuestro conflicto, puede mostrarnos algo que no hemos considerado, pero nada más. La búsqueda siempre habrá de realizarse en la soledad del apartarse del exterior-como-guía-interna. Quien urge de sí un sentido propio, está listo para el cambio trascendental. No hay más que hacer que rendirse al cambio en curso. Las explicaciones sobran. image by Chris

La forma correcta de beber un capuchino

Un capuchino, cuando está bien hecho, la espuma permanece compacta hasta el último trago conservando las paredes de la taza cubiertas de nubes espolvoreadas de canela y cardamomo. Un capuchino, cuando se bebe en el lugar correcto, está rodeado de madera, piel, lámparas, tapetes y libros. Un capuchino, cuando se bebe en el tiempo correcto, está acompañado de lluvia, neblina y cierta oscuridad (aunque sea del alma). El capuchino es una forma de decirle al café que se le quiere lo suficiente para cobijarlo de espuma de leche; es una forma de decorar las tazas de porcelana que uno ha ido trayendo de los recorridos de la vida y es una forma de preludio al encuentro de uno con uno mismo. Al capuchino, cuando se le bebe, se le bebe despacio primero y luego con la prisa que reclame la vida. Y al final, ante la espuma que se niega a abandonar la taza uno, en completa entrega, mete el dedo a la taza, lo pasea entre las paredes y ya con la espuma rebosando en el índice, uno se lleva el d

Café Hembygdsgården

En Vaxholm, una isla cercana a Stockholm City, la vida transcurre como en una revista de decorados pastel, quinqués, velas, lavanda, pocillos, veredas tranquilas, veleros, barcos y casas de madera de tejas rojas. Aquí se puede experimentar una forma del arte de vivir bien. No hay servilismo ni ostentaciones. La vida transcurre tranquila entre las playas de piedra, los cafés de cuento, el pescado y las bbq o asados al carbón. El agua se bebe con rodajas de lima, sandía o toronja, sólo para darle un tono distinto. El café se prepara con esmero al igual que los pies, pasteles, galletas y el pan de dulce. Las ensaladas lucen sus pequeñas hojas crocantes de delicadeza sobrecogedora. La música siempre llega de un tiempo atrás pero suena perfecto ahora, como si hubiera sido escrita para este momento. Vajillas blancas, manteles floreados, mandiles con bordados en algodón blanco. Menús escritos en pizarra. Calma, silencio, pasos lentos. No hay lugar para el dressing code  ni los cuello

Mi naturaleza castrante

La necesidad de que nada se mueva en mí la traduzco en la exigencia de que nada se mueva en los otros. Que no pase nada aquí, que no pase nada en ti. ¿Qué derecho tengo? Ninguno. Nadie tiene derecho a inhibir la libertad del otro, la libertad de ser quienes son y de actuar conforme a su propia naturaleza. Que yo tenga miedo a que me dé el aire es mi problema, los otros tienen derecho a disfrutar del viento, de la velocidad, del cambio, de la experimentación. Mi pobreza no es razón para evitar la riqueza del otro. Esta vida de ahorita, este ahora mismo, uno lo vive como quiere y como puede. El coincidir de los caminos nunca implica que los caminos sean iguales ni que vayan al mismo lugar o que compartan el mismo paisaje. Una y otra vez me lo digo: "deja que los demás sean y defiéndete a ti de ti misma de ser quien eres". No entiendo. Una y otra vez caigo en desear que los otros sean como yo. No son, nunca lo han sido y nunca lo serán. Pero nadie entenderá al otro mient

Mi tweet número 1111

"Si he de caer no lo haré como una manzana sujeta solamente a fuerzas externas; si he de caer, quiero caer como el Satán de Milton"

No es Cuba, es Suecia

  Es viernes por la tarde. Sveavägen en todo su largo se adorna de autos antiguos, arreglados, importados. Es tiempo de sacar a orear a esa máquina que casi es como un miembro de la familia. Se le lava, se le pule, se le presume. Indispensable hacerse de adeptos para hablar de la vida al lado de un auto viejo. Dados de peluche cuelgan en el retrovisor. Tatuajes entre los motociclistas que parecen sacados de antaño. Falta la música que hable de rutas y viajes largos que dejan toda una vida atrás. Falta el café que sirva malteadas, las faldas de vuelo y las rockolas. Aquí no se vive en el ayer porque falte acceso a lo nuevo. Aquí se añora sin melancolía. Aquí lo viejo es un lujo creado. Aquí se revive una y otra vez hasta saciarse de toda la experiencia y convertirla en identidad estética que no arrebata la identidad ética.