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Mostrando entradas de octubre, 2017

Como una flor

De vez en vez, desde hace unos años, me sobrecoge la idea de la muerte. Si alguien afligido por ella viniese a mí para encontrar una respuesta, seguramente le diría cosas maravillosas como poner la mirada en lo que tiene ahora mismo: vida. Pero cuando la afligida soy yo misma, la cosa cambia. Pensar —aunque dicen que es justo lo que da origen a los sentimientos— racionalmente en un momento de sobrecogimiento emocional no resuelve la cosa. Creo en lo que dice D.T. Suzuki sobre el conocimiento verdadero: tener experiencia de él, introyectar lo que piensas, ser lo que piensas… o como lo diría la psicología desde la inteligencia emocional: ser coherente, pensar, sentir y actuar de manera alineada. Así que ¿cómo hacer del pensar, que quiere rescatarte de la angustia, el sentir desde dentro una idea (la del instante, la del ahora) como realidad? Porque aunque digamos que la realidad sucede en el ahora, ¿porqué no nos sentimos en ella, en la realidad, ahora? Hoy debo volver al ensayo de

21 principios (persistencia)

Persistencia. Firmeza y constancia en la manera de ser o de obrar. Bueno, este principio hace que la paciencia adquiera un carácter positivo y productivo. Uno no arde en ansias de que las cosas se den pero no se quita el dedo del renglón, mientras esté en uno hacer para lograr lo deseado se hace. Creo que la persistencia es una buena manera de medir que tanto se quiere algo, si sólo es un capricho, si es algo que crees que necesitas o si es algo que en verdad deseas. La cuestión con la persistencia es que puede volverse testarudez si no se aprende durante el proceso. Si las cosas no se dan de una forma, pueden darse de otra. Persistir no es darse de topes una y otra vez esperando que la pared desaparezca. En cuanto al persistir sobre la manera de ser hay que seguir la vía media: ni ser voluble ni ser rígido. Supongo que todo es cuestión de ejercer el pensamiento reflexivo, sentarse a meditar sobre quién es uno y estar dispuesto a cambiar si la manera acostumbrada de ser ya no l

21 principios (paciencia)

Paciencia. Capacidad de sufrir y tolerar desgracias y adversidades o cosas molestas u ofensivas, con fortaleza, sin quejarse ni rebelarse. Calma o tranquilidad para esperar. Parece ser que la paciencia es cosa de santos, cosa de resignados o, peor, cosa de sufridos. Paciencia parece ser la imagen de la mujer ejemplar de los tiempos de mi abuelita en los que se decía que había que aceptar cada quien su cruz. Viéndolo así, no parece que haya nada de bueno en este principio, pero si nos ponemos a pensar en la tendencia actual a quererlo todo para ayer, a quererlo todo ya y rápido, entonces la paciencia adquiere un sentido de contragolpe a una tendencia desquiciante. Pero la paciencia también tiene un carácter de sabiduría cuando el ánimo que la alimenta no es la resignación sino la serenidad desde la que se contempla lo que sucede con el afán de aprender y de ver cómo las cosas que se escapan a nuestro control van moviéndose y desembocando en nuevos escenarios, como un mar agitado q

21 principios (merecimiento)

Merecimiento. Situación de que se le deba una atención a alguien. Pensemos de nuevo hacia adentro: me debo atención a mí mismo. El merecimiento es una consecuencia de honrarnos pues gracias a que me honro sé lo que me corresponde en cada momento, no más, no menos. La atención no la exigimos de los demás, nos la damos a nosotros mismos y justamente por ello sabemos si nos merecemos, o no nos merecemos, continuar una relación: si dejas que alguien te haga menos, tú mismo te estás haciendo menos y eso es justamente lo que te causa dolor y lo que no es fácil perdonar.

21 principios (confianza)

Confianza. Seguridad, especialmente al emprender una acción difícil o comprometida. La realidad, siguiendo el esquema de pensamiento causa-efecto, es causada por múltiples factores; su complejidad nos saca de la posibilidad de preverla aún cuando podamos encontrar algunos patrones en ella, de modo que la realidad no nos puede dar ninguna certeza. Por otro lado, nuestro actuar en la realidad no tiene garantía alguna de alcanzar una finalidad ideada. ¿En qué podemos depositar nuestra confianza entonces? Si la única constante es nuestra existencia en cada una de nuestras experiencias, sólo podemos confiar en que estaremos "ahí" en cada uno de los instantes de nuestra vida. Siempre que emprendamos una acción difícil (o cualquier acción) estaremos conscientes de ello y, por ende, mientras estemos conscientes, tendremos posibilidades de manifestar nuestra naturaleza y conocernos. Cada acción que emprendemos nos da la seguridad de conocernos y esta es mi manera de decir que

Manías y desesperación de una lectora

Venir (porque ahora mismo estoy aquí) a una librería es contradictorio. Es una suerte de ilusión de encontrarme con algún libro fantástico que cambiará mi forma de ver la vida o que me sostendrá por días enteros en una especie de paraíso mental. También es enfrentar la cruda realidad de que jamás podré leer todo lo que quiero, es un recuerdo de mi finitud y mis limitaciones. Rodeo la isla de las novedades y ahí está en pasta dura todo él nuevo y enorme el libro de filosofía japonesa traducido al español. Siglos de sabiduría de un pensar muy distinto a este occidente-lineal-lógico. Ahí está en precio descomunal… y en mi bolsa las copias de un texto de Nishida que aún no puedo terminar. Sufro.  Tanto tiempo perdido en lecturas vacías. ¿Pero cómo saber lo que eran? ¡Habrían de ser probadas! Pero claro que uno podría adivinar lo que eran: deducciones fáciles, relaciones cómodas, nada comprobable. Pero, sin embargo, tan apetitosas para una mente que bordea el sinsentido y que en d

21 principios (gratitud)

Gratitud. Sentimiento de estima y reconocimiento.  Siempre se puede agradecer por las miles de circunstancias que componen tu realidad, desde el Sol, el planeta Tierra y todo el sistema solar que hace posible la vida aquí, hasta el suelo en el que estás parado, el aire que respiras o la capacidad de percatarte de todo lo anterior y más. Pero nada de esto que uno agradezca te llena tanto y te cura tanto como el agradecer ser quien eres tal y como eres . ¿Quién tiene la estima y reconocimiento suficiente para agradecerse? Sin sacar listas de las cualidades que uno cree tener (o que le han dicho que tiene), sentir gratitud por ser sin más es la afirmación más poderosa y libre de ego que uno pueda hacer. Carecer de gratitud por uno mismo le lleva uno a la depresión y a la ansiedad porque uno se somete a la lupa del juicio y a la demanda de cubrir ciertas expectativas fabricadas. Estimarse y reconocerse le lleva a uno a procurarse no como una piedra preciosa inmutable sino como una

21 principios (honrar)

Honrar. Mostrar respeto y consideración hacia una persona. Cuando me dijeron "honrar" yo pensé en mis padres. Claro, la formación católica está arraigada en mí  en niveles que aún no llego a vislumbrar. No es que mis padres no merezcan mi respeto y consideración, porque lo merecen aún y con toda su imperfecta humanidad… o precisamente por ello; lo interesante es lo que viene a la mente de uno sin siquiera reflexionarlo. ¿Por qué no pensé en "honrar-me"? ¿Por qué mi existencia no figuró entre las primeras imágenes al oír la palabra "honrar"? ¿Será que tomo por dada mi existencia? Pensemos en esto: uno no puede dar lo que no tiene. ¿Cómo honrar a alguien más si no muestro respeto y consideración hacia mi persona? ¿Por qué poner en entredicho mi valor mediante medidas sociales? Bueno, es cierto que somos en sociedad, siempre somos-con, pero ser-con no significa ser a partir de la opinión del otro, puedes reflejarte en el otro, pero la opinión que tienes