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Mostrando entradas de enero, 2018

Excelencia o auto-tortura

¿Cómo puede convertirse lo que en un principio le daba sentido a mi vida en algo tan importante que ahora me causa ansiedad, rabia, depresión y dudas con respecto a mi misma? Me he arrebatado el disfrute. Cuando la filosofía entró a mi vida era motivo de goce. Leía por ningún otro motivo que por abrirme a nuevas formas de ver el mundo y eso me causaba mucho, mucho placer. Iba a las librerías y me estremecía de la emoción tan sólo de ver tantas posibilidades, tantos portales. Me enrolé en la licenciatura porque mi corazón se sentía pleno. Pasé tres años descubriendo pensadores entre las dificultades que supone entrenarse para comprender lecturas que no eran novelas. El ejercitarse en la lectura a veces fue doloroso pero valía la pena porque era como si te fueran quitando velos de los ojos. Y luego de golpe me volví a echar los velos encima. Y se hizo la oscuridad. Se acababa la licenciatura y se presentaban las expectativas. Sentía que tenía que hacer algo con la filosofía

Led Zeppelin o del poder creativo

Soy una creyente fervorosa de que el maestro aparece cuando está listo el alumno, puesto en otras palabras, todo se da en el momento exacto, por tanto, cuando algo no fluye no estás preparado para ello. Y la cosa no tiene que ser muy mística, simplemente se trata de que uno no está dispuesto para todo en todo momento y la manera en que uno se dispone ante algo es la llave para extraer una experiencia en particular. La música de Led Zeppelin entró ya tarde en mi vida, considerando que ya daban conciertos desde antes que yo naciera. Creo que de haberme forzado a entablar una "relación" con ellos me habría hecho entrar por la puerta incorrecta. Tenía mucho más prejuicios de los que tengo ahora. Los prejuicios son ignorancia. Desde donde estoy ahora los conciertos de Led Zeppelin son una expresión clara del aquí y ahora, de la conexión con la creatividad pura. Supongo que es difícil lidiar con semejante fuerza y conectarte con ella una y otra vez para dar el performance  es

Diane Charlemagne @Moby

Estaba en mi clase de spinning  transportada de canción en canción, sudando, pedaleando, sintiéndome viva, cuando me prendió la estupenda canción de Moby, In My Heart . La canción me sacó del gimnasio, me sacó incluso del 2018. Ahí estaba de nuevo en un concierto de Moby al que asistí en la Ciudad de México. Fue en el Palacio de los Deportes, debió haber sido antes del 2005 porque después Moby aparecía con otra cantante que cantaba bien pero no era aquella mujer que me había impresionado. De lo que más me acuerdo de la cantante, de esa que vi la primera vez que vi a Moby, Diane Charlemagne, es el ritmo, la voz y entrega. Es de esas personas que me inspiran a hacer las cosas con la misma entrega. Sirva este post en forma de homenaje a la cantante (que murió a los 51, ¡qué triste!) y también al artista, Moby, que hizo posible este recuerdo que llevo en el alma. Aquí les dejo algo parecido a lo que viví. Why Does My Heart Feel So Bad In My Heart

Caos y orden desde otro orden

Traigo esta idea que no me deja. Me gusta pero he esperado a decirla porque pensaba que merecía una justificación, es decir un ensayo pero éste ha tardado mucho en concretarse. Me quedo en un post. Así que no voy a ir a buscar referencias ni haré citaciones. No quiero probar lo que pienso sino simplemente quiero exponer cómo se han mostrado  caos  y orden  en mi pensamiento. Caos  y orden  en conjunto hablan de un inicio y también, por qué no, podrían hablar del inicio. Así comienzan los relatos fundacionales, con un orden y un caos implícito. ¿Por qué? ¿Es que en un principio todo era caos así tal cual de facto? ¿Podemos imaginar el caos? No, todo lo que podemos imaginar tiene un orden implícito estemos conscientes de ello o no. ¿De qué principio estamos hablando? De un principio que podemos imaginar, pensar. De un principio donde lo ontológico irremediablemente muestra su mancuerna con lo epistemológico, de un principio donde Physis  y Logos  no pueden difenciarse no porque s

De repeticiones

Desde que me acuerdo, hay ocasiones en los que aparece en mi mente una leve sensación de haber ya vivido lo que en el momento estoy viviendo. Algunos llaman a esto déjà vu y le dan varias explicaciones. En lo personal esta sensación me había dado una especie de verificación de que iba por buen camino, es decir, me hacía sentir segura. Así que estas experiencias de déjà vu  han aparecido desde mi niñez, más o menos como a inicios de la escuela primaria y hasta digamos hace unos meses. A veces dejan de suceder por periodos largos de tiempo y pienso que estoy perdida. Desayunando de cara a la ventana, me quedé pensando en esto no sé por qué. Algo tendrá que ver con lo que leí minutos atrás ( El laberinto de los espíritu s, de Ruiz Zafón). El caso es que pensé en la reencarnación y la idea de que uno tiene varias vidas de distinta índole, pero, pensé, ¿qué tal que son repeticiones de la misma vida y la idea es ir variando en decisiones para experimentar nuevos desenlaces? Si esto

Quitando una hiedra y observando una metáfora del apego

Bien, te enfrentas a una pared que tiene adherida una hiedra porque a la hiedra en ello le va la vida. Es hiedra, se pega a lo que puede para subir aunque su vida no depende de trepar, como hiedra, no puede hacer sino trepar a la menor oportunidad. La pared la recibe sin tener opción y las pequeñas raíces de las guías de la hiedra se pegan de tal manera que parecería que hiedra y pared son una. A veces es lindo ver una pared cubierta de verde, pero cuando ese verde enferma viene el doloroso procedimiento del desprendimiento y muerte de la hiedra para poder recuperar una pared sin plaga. Un trabajo titánico se avecina e inicia con lo más fácil: arrancar la hiedra. La pared sin hiedra queda así de horrible: No se te vaya a ocurrir pintar sobre las raíces, esto no las hará desaparecer pues se comportan como esponjas, beben de la pintura y se hinchan volviéndose aparentes e incubribles. Lo peor es que luego se petrifican y pasan a formar parte de la pared a la que se niegan a aban

¿Se puede renunciar a un hermano?

Un hermano no es un "eso" aunque a veces lo parezca, sin embargo sí es un otro cuya diferencia disonante te quiebra todo propósito de seguir considerándolo como algo propio. Un hermano tiene implicado en los padres la relación contigo, de modo que sin pedirlo un hermano es siempre "tu" hermano. Un hermano, pues, te es propio, es tuyo, es biológicamente compatible; moralmente, sangre irrenunciable; historiográficamente, compañero; espiritualmente, mismidad. ¿Se puede renunciar a un hermano? Quieras o no, con un hermano compartes algo y no puedes verlo por completo ajeno aunque toda su forma de ser te repela hacia otra galaxia. Mi pregunta tiene una intensión, busca justificaciones, exoneraciones, permisos, simpatías. Un hermano puede serlo de muchas maneras. Para la experiencia pura y terrena del aquí y ahora, un hermano debe ejercer como tal o bien tan sólo es un: "sucedió que mis padres tuvieron un hijo con el cual compartí momentos por un tiempo pero